Nadie sabía su nombre real, pero todos los lunes (sombar), día de Shiva, preparaba una gran comida en ese lugar, por tanto llegó a ser conocido como Sombari Baba. Entre 100 y 400 asistían a la comida. Baba agració a Kurmanchal con su presencia y lo convirtió en el lugar donde realizaba sus prácticas espirituales. La persona a la que Baba bendecía era increíblemente afortunada.
Cuando visité este lugar, noté monos y vacas cerca del ashram y muchas aves hermosas, tanto locales como migratorias. Todos, aves y animales, parecían estar contentos y pacíficos, disfrutando de las vibraciones del ashram.
Había un horario en el ashram de Baba. Un grupo de vacas aparecía por las mañanas y eran alimentadas con khichdi (arroz y lentejas). Después de que se fueran las vacas era el turno de un grupo de ratones. Empezaban a hacer ruidos, eran alimentados y luego se iban. Al atardecer un grupo de monos aparecía y eran alimentados con garbanzos, frutas y otras cosas.
Un milagro que sucedía constantemente alrededor de Baba tenía que ver con la comida. A menudo había veinte o más personas en el ashram y había que preparar té y comida para todos. La olla donde se preparaba parecía contener la comida justa para los que estaban presentes. De repente aparecían cuarenta personas más, pero la comida no se acababa, no importa lo que comiera cada persona. Baba nunca pedía a nadie que trajera nada. Cualquier cosa necesaria parecía llegar milagrosamente.
- del libro "Deva Bhumi, the abode of the Gods in India"
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