Transmutar todos los contenidos y estados emocionales en presencia gozosa es un logro que se consigue con una práctica constante e incansable que lleva tiempo. El resultado es asentar el gozo, la naturaleza real del Ser, en nuestras vidas, quizá de forma casi definitiva. Cuando desarrollas hasta el final el Testigo, el Testigo se convierte en todo.
- Avanzando en el Yoga: el sendero de Kundalini, los chakras y los Siddhas
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