Al aquietar la mente (que no “dejarla en blanco”) podemos acceder al gozo dentro. El gozo, ananda, no es un sentimiento del cuerpo emocional, sino que es nuestra naturaleza real.
Existen varias formas de aquietar la mente, para mí la más directa es el pranayama o técnica respiratoria. La respiración y la mente están íntimamente conectadas, al trabajar una afectas a la otra. Con respiraciones yóguicas determinadas aquietas la mente sin tener que luchar con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario