lunes, 19 de septiembre de 2022

Dos prácticas esenciales del Kriya Yoga de Babaji












Hay dos prácticas del Kriya Yoga de Babaji que no me canso de enfatizar una y otra vez a los estudiantes. Cuando las dos se integran en la propia vida, ésta se vuelve radicalmente diferente.

Una es la práctica de Nityananda Kriya.
“Veo que imaginas que poseer poderes milagrosos es conocer a Dios. ¡Se puede tener todo el universo y aún así ver que el Señor nos evita! El avance espiritual no se mide por los poderes externos, sino únicamente por la profundidad de la dicha durante la meditación” – Autobiografía de un Yogui.
Nityananda Kriya es la meditación en acción, la meditación en medio de la vida ordinaria. El gozo que nace de ella, el gozo del testigo, es la realización del Ser en la vida cotidiana - el equivalente del samadhi. Como dice Sri Yukteswar en “Autobiografía de un Yogui”, la realización del Ser se mide por la profundidad de la dicha, más allá de las experiencias espectaculares que uno pueda buscar en el Yoga.
La otra práctica es la séptima técnica de meditación, la de contactar con el Ser Superior (Babaji) para recibir su guía. El yogui siente más y más liberación en su vida conforme va entregando los problemas a la guía del Ser Superior:
“Resuelve todos tus problemas con la meditación (…). Sintonízate con la activa Guía interior; la Voz Divina tiene la respuesta a todos los dilemas de la vida. Aunque la inventiva humana para meterse en problemas parece no tener fin, el Socorro Infinito no es menos ingenioso” – Autobiografía de un Yogui.
Ambas prácticas, la del testigo y la de contactar con la guía del Ser Superior, van liberando al yogui de la identificación con el ego y sus limitaciones.
Y paulatinamente se vuelve capaz de desempeñar con desapego y eficacia sus cometidos en la película de su vida, mientras va experimentando el gozo y la libertad del Ser.

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