Entre el Ser (tú) y el mundo está la mente. Nuestra experiencia del mundo es la tela de araña que teje nuestra mente (maya). Yoga supone hacernos cargo de nuestra mente - mucho más que hacer posturas. Existen muchas formas de hacerlo, más o menos efectivas según la persona. Cuando la mente se detiene percibimos lo que está detrás de ella: el sol del Ser, tras las nubes de los pensamientos que forman nuestra maya. Una consciencia gozosa indefinible sin principio ni fin. Cesan las modificaciones de la consciencia y moramos en nuestra propia forma o naturaleza verdadera, como dicen los Yoga Sutras.
La práctica constante nos lleva allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario