Estar siempre consciente de la Divinidad, sentir siempre la Divina Presencia, vivir siempre en la consciencia del Ser Supremo, que está en la cámara de tu corazón y en todas partes a tu alrededor, es verdaderamente vivir una vida de plenitud y de perfección divina, incluso mientras se vive en la tierra. Siente siempre esa llama ardiendo brillantemente dentro de tu propio ser. Contempla esa Luz brillando en toda forma y en toda cara. Aprende a reconocer a la inconfundible Presencia en cada fenómeno. Uno que siempre vive de esta manera nunca se desvía de lo correcto, del dharma. Él nunca pierde de vista la Verdad.
La voz de Babaji
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