Los estados de consciencia
Yoguis y fisiólogos reconocen por igual tres estados diferentes de la
consciencia humana. Son los estados de vigilia, de soñar y del dormir
profundo sin sueños. Cada uno de estos estados de consciencia ha sido
correlacionado con distinto patrones de actividad eléctrica del cerebro.
- En el estado de vigilia, en el que la mente consciente está ocupada
con el entorno externo a través de los canales de los sentidos,
predominan en el cerebro las ondas beta (13-20 ciclos por segundo).
- En el estado de soñar la mente subconsciente se vuelve predominante, y
se expresan activamente los deseos reprimidos, los miedos y las
impresiones profundamente arraigadas en la mente. Aquí predominan las
ondas theta (4-7 c.p.s.).
- En el estado de dormir profundo sin sueños cesa toda actividad y
fluctuación mental, la mente y el cuerpo están paralizados. La
consciencia y el prana (energía vital) se retiran del cuerpo y de la mente. Se activan entonces las ondas delta (0-4 c.p.s.).
El estado hipnagógico
Entre los estados de vigilia y de soñar reside una franja de consciencia
que los psicólogos han llamado "estado hipnagógico". Este estado
transitorio raramente dura más de 3 a 5 minutos, y se caracteriza por
las ondas alfa (7-12 c.p.s.). Va acompañado de una relajación
progresiva y de una liberación de las tensiones musculares del cuerpo, y
de una pérdida de la consciencia del entorno exterior, conforme el
estado de vigilia se va disolviendo en el estado de soñar.
El Yoga Nidra se da en este umbral entre la consciencia de los sentidos y
la consciencia del sueño. Para entrar en él se aprende a extender la
duración del corto estado hipnagógico que precede al sueño normal. En el
Yoga Nidra aislamos el cerebro y nos introvertimos, mientas mantenemos
un grado de consciencia externa.
Durante la práctica de Yoga Nidra se alternan periodos de predominio de ondas alfa con otros de predominio de ondas beta y theta.
Esto significa que la consciencia se equilibra en la frontera entre
vigilia y sueño durante un periodo extendido, fluctuando entre la
introversión y la extroversión. Al permanecer consciente y alerta en el
estado alfa entre estos dos se obtiene una experiencia de total
relajación, que es no sólo más beneficiosa que el sueño convencional,
sino también un portal para un estado superior de consciencia.
El descenso en el sueño
En el proceso del sueño, la persona normal desciende su patrón cerebral de beta a theta, y finalmente a delta;
la consciencia pasa desde la vigilia, a soñar y a dormir profundo. En
el Yoga Nidra, en cambio, el proceso es diferente. El periodo de
actividad de ondas alfa es aquí mucho más extenso, por lo que se promueve un estado mucho más relajado de sueño.
Muchas personas duermen sin liberar previamente las tensiones musculares, mentales y emocionales, al pasar de las ondas beta hacia las delta sin un estado de relajación predominante alfa
entre ambas. Por eso muchas personas están cansadas por la mañana al
despertar. La relajación profunda, incluso en el sueño, sólo sucede
cuando las ondas alfa se vuelven intensas.
La diferencia entre el sueño ordinario y el Yoga Nidra está en que en
este último se desarrolla una total relajación entre los estados de
vigilia y de dormir profundo, promoviendo un prolongado estado de
relajación alfa entre ambos. Es por ello que la cualidad del
descanso creado por el Yoga Nidra es tan beneficiosa y refrescante para
el cuerpo y la mente.
Vislumbres de la mente total
La mayoría de las personas pierden las consciencia apenas entran en el
sueño. Sin embargo, es posible extender esta importante fase de
transición, preservando el hilo de la consciencia, lo que nos permite
experimentar el sueño con nuestra consciencia de vigilia intacta.
El resultado final del Yoga Nidra es la armonía total y la integración
entre todos los niveles de nuestra consciencia. El que domina esta
práctica puede trascender los tres estados de consciencia, entrando en
un cuarto estado unitivo, más allá de la consciencia individual.
Para la mayoría de las personas los contenidos del estado de sueño y de
dormir sin sueños son vislumbrados sólo ocasionalmente mediante un
recuerdo de un sueño importante. Como resultado, el hombre ordinario
vive sólo en el ámbito restringido de la mente de vigilia, sin saber de
sus necesidades y capacidades más profundas. Como su consciencia está
fragmentada, es incapaz de sintonizar con los recursos más profundos
dentro de sí, incapaz de comprender todos los niveles de consciencia. De
esta forma es incapaz de aceptarse y de vivir armoniosamente consigo
mismo, ¿cómo entonces podemos estar en paz con los demás?
A través del Yoga Nidra podemos iluminar, explorar y utilizar la casa
del tesoro, nuestra propia consciencia, para enriquecer nuestra propia
vida.
Despertar cerebral
Los investigadores proponen ahora que si la consciencia del testigo
subyacente puede ser mantenida durante las experiencias del sueño y del
dormir sin sueños, sucede un cambio evolutivo fundamental en el sistema
nervioso central y en sus actividades. Este cambio es acompañado por la
experiencia de un diferenciado cuarto estado de consciencia, en el que
los estados sutiles de percepción del sueño (incluyendo las dimensiones
astral, psíquicas y causales) son experimentados a la vez que el estado
despierto normal.
Este cuarto estado superconsciente, que incluye la consciencia simultánea de los estados de vigilia, sueño y dormir sin sueños pero que no es afectado por ellos, ha sido descrito en textos yóguicos durante miles de años, y se conoce como "turiya". Sin embargo, era desconocido hasta hace poco para los investigadores, hasta que ha sido demostrado en los laboratorios.
El estado de turiya se manifiesta neuro-fisiológicamente como una actividad reforzada del córtex superior – conocido como "cerebro consciente"- junto con un mayor control y reducción de actividad de los centros límbicos del "cerebro emocional". Esto significa una evolución de la personalidad hacia mayores niveles de consciencia interna y externa, con una disminución de la reacción emocional.
Este cuarto estado fue verificado en laboratorio por primera vez en 1977 en la Fundación Menninger en Kansas, Estados Unidos, bajo la dirección del doctor Elmer Green. La actividad cerebral del yogui Swami Rama fue monitoreada conforme entraba a voluntad en los diferentes estados de consciencia, incluyendo el dormir sin sueños, mientras mantenía su consciencia de vigilia en todo momento a través de la práctica de Yoga Nidra. El resultado fue una revelación para la comunidad científica.
La capacidad de permanecer plenamente consciente mientras uno produce ondas cerebrales delta y experimenta el dormir sin sueños es uno de los indicadores del estado superconsciente (turiya). Éste es el estado final del Yoga Nidra en el que las barreras convencionales entre vigilia, sueño y dormir sin sueños son eliminadas, revelando la operación múltiple de las mentes consciente, subconsciente e inconsciente. El resultado es un estado único e iluminado de consciencia, y una personalidad perfectamente integrada y relajada. Los que han alcanzado este estado no sueñan en absoluto. Tienen un estado de ser que no se altera. La vigilia y el sueño son similares para ellos, porque están continuamente experimentando el cuarto estado espiritual de superconsciencia. En el pasado este estado fue siempre considerado en términos místicos y religiosos, pero ahora ha sido reconocido y definido como una realidad fisiológica.
Swami Satyananada, Yoga Nidra.
Este cuarto estado superconsciente, que incluye la consciencia simultánea de los estados de vigilia, sueño y dormir sin sueños pero que no es afectado por ellos, ha sido descrito en textos yóguicos durante miles de años, y se conoce como "turiya". Sin embargo, era desconocido hasta hace poco para los investigadores, hasta que ha sido demostrado en los laboratorios.
El estado de turiya se manifiesta neuro-fisiológicamente como una actividad reforzada del córtex superior – conocido como "cerebro consciente"- junto con un mayor control y reducción de actividad de los centros límbicos del "cerebro emocional". Esto significa una evolución de la personalidad hacia mayores niveles de consciencia interna y externa, con una disminución de la reacción emocional.
Este cuarto estado fue verificado en laboratorio por primera vez en 1977 en la Fundación Menninger en Kansas, Estados Unidos, bajo la dirección del doctor Elmer Green. La actividad cerebral del yogui Swami Rama fue monitoreada conforme entraba a voluntad en los diferentes estados de consciencia, incluyendo el dormir sin sueños, mientras mantenía su consciencia de vigilia en todo momento a través de la práctica de Yoga Nidra. El resultado fue una revelación para la comunidad científica.
La capacidad de permanecer plenamente consciente mientras uno produce ondas cerebrales delta y experimenta el dormir sin sueños es uno de los indicadores del estado superconsciente (turiya). Éste es el estado final del Yoga Nidra en el que las barreras convencionales entre vigilia, sueño y dormir sin sueños son eliminadas, revelando la operación múltiple de las mentes consciente, subconsciente e inconsciente. El resultado es un estado único e iluminado de consciencia, y una personalidad perfectamente integrada y relajada. Los que han alcanzado este estado no sueñan en absoluto. Tienen un estado de ser que no se altera. La vigilia y el sueño son similares para ellos, porque están continuamente experimentando el cuarto estado espiritual de superconsciencia. En el pasado este estado fue siempre considerado en términos místicos y religiosos, pero ahora ha sido reconocido y definido como una realidad fisiológica.
Swami Satyananada, Yoga Nidra.
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