sábado, 31 de diciembre de 2011

... para los que buscan la orilla más lejana


“Al día siguiente, a las 10:30 a.m., el inmortal Babaji dictó un juramento específico: “Todo miembro de la Sangah de Kriya Babaji debe meditar en esto y dedicarse él mismo o ella misma de forma similar”:

(1) Seré un bálsamo para los enfermos, su curador y su servidor. Saciaré con lluvias de comida y de bebida la angustia del hambre y la sed. En la hambruna del final de las eras seré su comida y su bebida. Seré un recurso inagotable para los pobres y les serviré de múltiples maneras a sus necesidades.

(2) Entrego absoluta y completamente mi propio ser y mis placeres a Kriya Babaji, indefinidamente, de modo que todas las criaturas (en la tierra) puedan alcanzar su meta. (Explicación: la quietud reside en la entrega de todas las cosas, y mi espíritu está contento con la quietud. Si debo entregar todo, es mejor darlo por las demás criaturas).

(3) Seré un protector de los desprotegidos, un guía para los peregrinos, un barco, un dique y un puente para los que buscan la orilla más lejana, una lámpara para los que necesitan una lámpara y una cama para los que necesitan una cama.”

De “La voz de Babaji”


Feliz año a todos
¡¡¡Que todos los seres sean felices!!!


jueves, 29 de diciembre de 2011

La Luz que transforma los abismos


Sri Aurobindo, al igual que todos los 18 Siddhas, escribió poemas en los que podemos entrever su estado cósmico expandido de consciencia, e intuir niveles de realización y gozo de los que ni siquiera sospechamos su existencia.

La Luz, y su poder transmutador de las profundidades del inconsciente, e incluso de la materia, es el Gran Misterio de los Siddhas. Pero ésta sólo puede descender y actuar cuando se dan las condiciones requeridas en el aspirante. En “La voz de Babaji” hay también una alusión a ello:

La transformación es nada menos que el descenso de la Verdad y el Poder Supremos a la materia. El supramental establecido en el plano y en la consciencia material y en el mundo material efectúa una transformación integral que desciende hasta el principio mismo de la materia. Sólo una Gracia Suprema puede efectuar este milagro. (…) El Poder Supremo demanda que, antes de su manifestación, antes de que sus grandes obras puedan comenzar, estén ahí de forma real y efectiva las condiciones de la Gracia Suprema. Una entrega total, una exclusiva auto-apertura a la influencia divina, una constante e integral elección de la verdad y un rechazo de la falsedad, éstas son las únicas condiciones establecidas. Pero deben ser cumplidas completamente, sin reserva…”.



¡Luz, Luz sin fin! La oscuridad ya no tiene más sitio.
Los abismos ignorantes de la vida renuncian a su secreto:
las enormes profundidades inconscientes antes no sondeadas
Yacen brillando en una vasta expectativa.

¡La Luz en su éxtasis saltando a través de los nervios!
¡Luz, Luz desbordante! Cada célula apasionadamente enamorada
preserva, en una muda llamarada de éxtasis,
una sensación viviente de lo Imperecedero.

Me muevo en un océano de estupenda Luz
uniendo mis abismos a Su altura eterna.

Sri Aurobindo




¡Alaba la Luz con rayos que han transgredido la trinidad del tiempo*
y manténla firme en tu corazón y en tu mente!

Siddha Idai Kadar  
* pasado, presente, futuro



Como las gotas de agua que no se adhieren a las hojas del loto
así es el deseo del mundo.
Sácalo fuera, déjalo y
adora, adora, oh serpiente danzante
los pies de la deslumbrante
Luz blanca llameante y luminosa
brillando en todas partes.

Siddha Pambatti


sábado, 24 de diciembre de 2011

Símbolos de Navidad




La fiesta de la Navidad, tan ligada a la figura de Jesús, está llena de símbolos espirituales. Los símbolos están presentes en todas las religiones, y su poder reside en que transmiten verdades espirituales profundas de forma directa, sin pasar por el intelecto o la razón. Pero el Ser profundo de las personas reconoce la verdad que estos símbolos transmiten. De ahí su poder de atracción. 

La imagen tradicional del nacimiento de Jesús muestra la presencia de María y de José a ambos lados de la cuna del niño, a veces a un buey y a una mula. Éstos representan a los nadis Ida y Pingala, el primero femenino y el segundo masculino. Cuando las energías masculina y femenina de estos nadis están en equilibrio, entonces se despierta y activa Kundalini, la energía divina. Kundalini empieza a elevarse a través del nadi Sushumna, situado entre Ida y Pingala. Con su ascenso, Kundalini provoca el nacimiento de la consciencia divina, el niño divino. 

Jesús nace en un pesebre, lugar donde se guardan los animales, no donde viven los seres humanos. ¿Por qué? La energía Kundalini surge desde el primer chakra, ubicado debajo de la columna vertebral, cerca de los genitales, y asociado a la energía sexual. Un lugar de energías primarias, por eso el simbolismo del pesebre. Ahí nace Kundalini, que en su ascenso irá transformando y divinizando la consciencia.

Esa energía Kundalini asciende a través del nadi Sushumna, en busca del chakra de la corona, situado encima de la cabeza. El caduceo de Hermes, el símbolo que podemos ver en las farmacias, representa este ascenso del poder serpentino que asciende a través de la columna vertebral. Cuando la energía Kundalini llega hasta el chakra de la corona y se funde con él, el yogui entra en samadhi, el trance de la unión con el Absoluto, el Padre (o Shiva, el nombre que los Siddhas daban al Absoluto).

La estrella de Navidad, en los cielos, representa la luz divina, visible en el chakra del tercer ojo o en el chakra de la corona. Es la luz que perseguían los tres reyes magos en busca del Divino. Los tres nadis, Ida, Pingala y Sushumna, convergen en el sexto chakra, el tercer ojo. Hasta allí se encaminan sus energías, en busca del Divino, para que el yogui ascienda hasta el encuentro de Dios en el chakra de la corona. La luz divina muestra el camino.

¿Existe algún símbolo navideño de Kundalini, de esta energía divina que nace desde el primer chakra y asciende al encuentro de Shiva, el Padre, en el chakra de la corona? Sí, el árbol de Navidad, que representa el eje de la columna vertebral por la que asciende el nadi sushumna. En lo alto del árbol se coloca la estrella de Navidad, la meta de los esfuerzos del yogui, y las diferentes bolas de colores que se cuelgan en él nos recuerdan los diferentes chakras. 

En el árbol se depositan los regalos que es costumbre dar en estas fiestas. La apertura de los diferentes chakras, conforme Kundalini asciende por ellos, produce determinados dones o poderes, que en Yoga se llaman “siddhis”: poder de visión, de sabiduría, de omnisciencia, de materialización, etc. Los regalos representan los siddhis y bendiciones que adquiere el yogui con su despertar espiritual.

En estas fiestas también nos gusta llenar todo de luces y de velas. En lugares donde un yogui ha realizado mucha práctica espiritual permanece un tipo de prana (energía) sutil y espiritual, reconocible ante la visión de un yogui experimentado. Este prana se percibe como diminutos puntos brillantes de luz blanca o dorada, similar a las luces tintineantes que se colocan en la Navidad.

Cuenta el Evangelio:

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: “No tengáis miedo. Mirad que os traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy os ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad”, (Lucas 2.8-14).

Cada chakra está asociado a una divinidad, un aspecto divino diferente. La apertura de los chakras por el ascenso de Kundalini es un gran evento que puede incluir la visión y manifestación en el yogui de cada una de estas energías divinas, junto con sus dones. Estas diversas manifestaciones buscan finalmente el ascenso de la energía hacia la corona, para el pleno nacimiento del Divino y para el establecimiento del Reino de Dios, la plena consciencia divina, en el yogui. 

Narra el evangelista que los pastores fueron a adorar, con sus rebaños, al niño Dios. La simbología de ello es que, conforme se van activando los chakras y se extiende el Reino de Dios por la Tierra, por la consciencia del yogui, las diferentes potencias de la personalidad, representadas por los pastores y sus rebaños, se van poniendo al servicio de una consciencia superior, la naciente consciencia divina. 

Según el Yoga, el universo, el macrocosmos, guarda una correspondencia con el microcosmos, el cuerpo y la consciencia del hombre. En las fechas de diciembre se celebraba tradicionalmente el solsticio de invierno, cuando empieza el incremento y predominio de la luz diurna sobre la oscuridad de la noche. De modo que este evento externo del crecimiento de la luz solar evoca en nosotros el nacimiento de la luz divina, y de una forma consciente o inconsciente celebramos que un día la consciencia divina nacerá en nosotros, con todos sus dones, y el Reino de Dios se extenderá sobre la Tierra. Nuestra alma lo sabe, y aguarda con secreto gozo este nacimiento.

El amor se evoca también en estas fechas, y se celebra el acto de regalar. Una vez al año, la naturaleza externa y nuestra naturaleza interna nos recuerdan que somos eso, luz divina y amor. Y, no importa que nuestra personalidad superficial recuerde o no el significado profundo de esta celebración, el Ser en nosotros nos hace regocijarnos al contemplar estos símbolos que nos recuerdan quiénes somos.

(De la web http://www.cristianismoyyoga.com)


Feliz Navidad, que todos los seres sintientes sean felices.


viernes, 16 de diciembre de 2011

Mantras y música



Como se acerca la Navidad, y como tengo un poco abandonado el blog últimamente, te ofrezco como regalo algunas grabaciones de mantras y textos de la tradición del Kriya Yoga de Babaji. Y al final una entrevista que creo que es una buena introducción al Kriya Yoga:



Mantra de la paz universal, para evocar la paz mental. Sus palabras se refieren a la paz en diferentes tradiciones espirituales. Se recita tras acabar la Postura de Paz y Relajación Completas (Purna Shava Shanti Asana).



El mismo mantra con música de fondo, para una mayor relajación.



Meditación con música sobre las palabras de Babaji, en las que describe su estado de Consciencia Cósmica. Con ellas describe no sólo quién es Él, sino también quiénes somos nosotros en realidad. Gracias a Javier Arasa por poner la voz.



El mantra de Kriya Babaji con música de fondo (versión Shakti-dance). Una de las mil formas posibles de cantar y repetir el mantra. Puedes leer sobre el significado de Om Kriya Babaji Nama Aum aquí.

Las palabras son de Babaji, la música la puse yo (con su ayuda y algún milagro con los cables).


+ Una entrevista que me hizo mi amigo Alfonso de Valencia Consciente. Hablamos sobre el Kriya Yoga, sobre Jesús y sobre Aurobindo. Una buena introducción a estos temas: http://www.conscientemente.eu/index.html#Nityananda. O si lo prefieres puedes descargarte el mp3 aquí.

¡Que lo disfrutes!