Cuando comienzas a explorar el Yoga, la calma puede que no sea tu primer objetivo. Puedes ser fácilmente arrastrado por la búsqueda de las llamadas “experiencias espirituales”, la buena forma física, la pérdida de peso, el significado existencial, o la reducción de los efectos del estrés. Tales objetivos son valiosos por sí mismos, pero sin calma ninguno de ellos durará, dada la programación de los cuerpos emocional y mental y su influencia avasalladora. Por tanto, es de importancia primordial que tú, como estudiante de Yoga, comprendas por qué la ecuanimidad debe ser tu primer objetivo, y cómo lograrla.
Ecuanimidad significa permanecer calmado o con la mente imparcial frente a cualquier fuente de perturbación, no importa si la vida te trae lo que quieres o lo que no quieres, placer o dolor, verdaderamente, cualquiera de las dualidades de la vida. Como la famosa réplica de Ramana Maharsi, cuando le pidieron que describiese su estado de iluminación: “Ahora nada puede perturbarme más”.
Ecuanimidad significa permanecer calmado o con la mente imparcial frente a cualquier fuente de perturbación, no importa si la vida te trae lo que quieres o lo que no quieres, placer o dolor, verdaderamente, cualquiera de las dualidades de la vida. Como la famosa réplica de Ramana Maharsi, cuando le pidieron que describiese su estado de iluminación: “Ahora nada puede perturbarme más”.
G. Satchidananda, "La iluminación: no es lo piensas"
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