jueves, 4 de junio de 2020

Los Siddhas y la unión en el chakra de la corona


En el Yoga de los Siddhas se busca la unión con el Divino en el chakra de la corona. Para que esta experiencia sea sostenible hace falta activar y sanar los demás chakras.

Una vez activado este centro se hace descender su energía para que trasforme los vehículos inferiores en recipientes perfectos de esa energía y consciencia divinas. La palabra “Siddha” significa “ser perfeccionado”.

El método

El cuerpo vital, energético o emocional es el mediador entre la mente y el cuerpo físico. La energía vital (prana) regula el funcionamiento del cuerpo físico y los estados mentales y emocionales. Los Siddhas utilizan mucho el pranayama, ejercicios respiratorios, para dirigir el prana. Con ellos activan kundalini, nuestro potencial de consciencia y de energía, de forma integrada. La activación de este potencial activa también la purificación de los contenidos del subconsciente; en la expansión de la consciencia estos contenidos se hacen accesibles y pueden ser resueltos y limpiados. Aquí aparece la importancia de la meditación como ayuda a este proceso.

La activación sistemática de los diferentes chakras mediante pranayamas, posturas, mantras y meditaciones favorece también la expansión de la consciencia a través de ellos. Cada chakra tiene su propio aprendizaje; entre ellos destaca la importancia de la apertura del centro del corazón para que el yogui deje atrás la limitación del ego personal.

Para la apertura de los chakras superiores resulta fundamental la elevación de la energía vital/sexual a esos centros, donde es trasmutada en energía espiritual.

El logro del “nirvikalpa samadhi” o unión irrevocable con el Ser, en el chakra de la corona, sería la culminación de todo este trabajo yóguico. En el Yoga clásico este logro supone la liberación: el fin del ciclo interminable de encarnaciones del yogui tras su disolución en el Ser.

Los Siddhas van un paso más allá y persiguen el “soruba samadhi”, la posterior trasformación incluso del cuerpo físico como vehículo perfecto del Divino. Logro que hace luego posible el servicio incesante a la humanidad sufriente; los Siddhas adoptan el voto del boddhisattva budista de ayudar a todos los seres. Babaji lo hace suyo en el juramento del Kriya Yoga, en el que parafrasea a Shantideva: “seré un protector de los desprotegidos y un guía para los viajeros. Seré un puente, un navío y un dique para los que buscan la orilla más lejana”.

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