martes, 31 de marzo de 2020

Nityananda, el gozo de estar presente


"El autor tenía libre el resto del tiempo para dedicarse a la sadhana. Permaneció en silencio e ignoró todas las formas de distracción, incluidos los periódicos, los libros y las revistas, durante más de nueve meses. Hizo las paces con las ratas que había en su habitación, aunque éstas lograban con frecuencia hacerse con su comida, a pesar de que de noche la dejaba colgada en medio de una cuerda de tender ropa muy alejada del suelo.

Practicaba regularmente los 144 kriyas y su conciencia se volvió más continua. Los primeros meses fueron difíciles, porque la mente se resistía a todas la fuentes de distracción. Gradualmente empezó a derramarse sobre su ser una profunda calma."

No hay comentarios:

Publicar un comentario