En el Yoga conforme desarrollas el testigo y trasciendes la mente y las emociones descubres el gozo del Ser (o el gozo de ser), incondicional. Esto es Verdad: está ahí, incuestionable. Independientemente de lo que creas - de hecho emerge cuando silencias las olas de pensamientos y creencias. ¡Y descubres que toda la naturaleza ya participaba de ese gozo silencioso! El Yoga es universal, no maneja creencias, maneja la condición humana. La indagación interna, la práctica de la consciencia revela la Verdad dentro de ti, ese espacio en el que ya no necesitas más preguntas y en el que te gustaría vivir por siempre. Descubrir y compartir ese espacio con otras personas en las "clases" es un regalo y un privilegio.
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