martes, 21 de junio de 2016

El Yoga es para la gente, no la gente para el Yoga


A veces me sorprendo cuando alguien viene a clase de Yoga con la inquietud de si "lo hará bien". Yoga es el arte de identificarte con lo que realmente eres, y los yoguis dicen que somos Existencia-Consciencia-Gozo. La clase es para experimentar eso. En el Kriya Yoga usamos las asanas como preparación, para crear un equilibrio para la meditación posterior, no enfatizamos el perfeccionismo postural, el hacerlo así o asá, sino la relajación. El cuerpo es temporal, inevitablemente se deteriorará, y cuanto más apego tengas al cuerpo más sufrirás cuando esto suceda. Así que tendrás que buscar tu apoyo vital en otra cosa. Con las asanas (sencillas) creamos una base para poder luego experimentar esa realidad fundamental, que se manifiesta como paz primero, luego gozo, e incluso como inspiración y guía.

Grandes yoguis contemporáneos como Sri Aurobindo, Yogananda o Haidakhan Baba ni siquiera enseñaban asanas; en vez de ello enfatizaban, respectivamente, la entrega constante al Divino, la práctica de respiración y meditación, y la repetición del nombre Divino y el servicio desinteresado (Karma Yoga). Porque tradicionalmente hay muchas formas de Yoga, y el practicante debe seguir aquella que encaje mejor con su temperamento. Así que en la clase de Yoga no se trata de "hacerlo bien", sino de crear un espacio sin competencia en el que puedas vislumbrar la paz, el gozo y la inspiración del Ser a través de diferentes técnicas sencillas pero profundas. Y cualquier cosa que hagas para ello estará perfectamente bien.

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