viernes, 18 de julio de 2014

Uno, dentro y fuera


El mundo exterior se convierte en el viaje interior. Si sabes lo que estás buscando, los mensajes están todos a tu alrededor. Si una situación aparece llena de ironía cósmica, eso es probablemente tu gurú. Si tu vida parece estar llenándose
 de locas coincidencias y de sincronicidad, eso también es la gracia del gurú. El gurú es un pillo, siempre jugando contigo, siempre mostrándote dónde no éstas.

Tu trabajo es practicar el contentamiento y la entrega. Así es como permites que el gurú trabaje a través de ti. Incluso cuando vengan los malos tiempos o las cosas dolorosas, permítete estar con ello como si fuera una forma implacable de gracia. Es el gurú ayudándote a ver tus apegos y tus sufrimientos, desde el punto de vista ventajoso del alma.

El gurú y tu Ser interno son uno.

Ram Dass, "Be love now"

lunes, 14 de julio de 2014

La disciplina para manifestar el Alma



¿Necesitas el Yoga para "ser"? No, para ser no te hace falta. Puedes pasarte el día tumbado en la cama, y eres. Puedes pasarte toda la vida encerrado en la cárcel, y eres. Pero, ¿quién querría una vida así? Tu alma, tu ser real, necesita y quiere manifestarse a través de tu mente, tus emociones, tu cuerpo, y desarrollar toda su plenitud en este mundo. Ése es el juego, y uno es más feliz y pleno cuanto más lo juega. Pero, en este intento de manifestarse, el alma choca con las limitaciones del "yo", la principal de las cuales se llama "ego" - la creencia de que somos un ser separado de todo, jugando a la dependencia o a la independencia (manteniendo igualmente el error básico de la separación). El Yoga te ayuda a eliminar los obstáculos internos para que tu alma pueda manifestarse cada vez más.

Resulta muy, muy ingenuo afirmar que el ego deja de existir con sólo "ser", o con "fluir". El ego sólo quiere sus placeres físico-emocionales, no sabe nada más, y los que proclaman tales cosas raramente renuncian a ellos; en realidad, viven para ellos, es toda su existencia: comida, sexo, un entretenimiento aquí o allá. Se pierden el éxtasis de su alma por un plato de lentejas, y ¡confunden eso con la "realización"! El Yoga real acaba radicalmente con todos esos auto-engaños, te enfrenta a tus limitaciones, y no te ofrece sino "disciplina". La cosa se ve de otro modo cuando tu Alma empieza a manifestarse gracias a esa "disciplina", y el gozo indescriptible empieza a danzar sobre las antiguas limitaciones del ego.

El único tesoro


Este sábado pasado 12 de julio se ha celebrado Gurupurnimá, la luna llena del Gurú. En el enlace puedes bajarte varios textos sobre el rol de un verdadero gurú. He tenido la suerte de conocer devotos de Sai Baba, Amma, Haidakhan Baba, Kriya Babaji... todos tienen historias reales y maravillosas que contar sobre cómo la gracia del gurú se ha derramado en sus vidas - a veces salvándolas de la muerte incluso. No hay mayor tesoro en esta tierra que un Satgurú, cuya relación con el devoto es eterna; una relación que uno no elige, sino que encuentra, y que es la fuente inacabable de gozo en medio de las tribulaciones de la vida, y la luz para los que buscan "la orilla más lejana".

¡Que todos y todas seamos así bendecidos! 

viernes, 4 de julio de 2014

Mucho más allá


Ser el testigo de todo, y experimentar el gozo que resulta de ello, está bien. Esto no es el final, sino el principio. El yogui va mucho, mucho más allá de eso. A través del pranayama, de la meditación avanzada, o de la mezcla de ambos, revierte su consciencia en el corazón de la consciencia misma, en el núcleo no sólo de su ser, sino del Ser universal. Este estado se llamada "samadhi" en Yoga. El yogui que lo experimenta pierde toda noción del mundo, lo que técnicamente se llama "savikalpa samadhi" o "kevala nirvikalpa samadhi" (varía según las clasificaciones). Tras volver de este samadhi el yogui puede desarrollar poderes milagrosos o un carisma fascinante, pero, como sigue teniendo un ego, puede errar totalmente, como cualquier persona.


El yogui de realización completa alcanza el "sahaja nirvikalpa samadhi" - logra el samadhi permanente, mientras puede seguir llevando una vida cotidiana. Aquí ha perdido su ego por siempre, es el Ser universal manifestándose a través del caparazón de su antigua personalidad humana, normalmente para cumplir alguna misión o trabajo en esa encarnación.

Pocos seres alcanzan este estado final; el mismo Yogananda lo logró en los últimos años de su vida - por eso sus fotos de ese periodo tienen esa mirada tan penetrante.