sábado, 5 de octubre de 2013

¿Quién era Sri Aurobindo?


En una ocasión, en los primeros años de mi vida en el ashram, escribí a Sri Aurobindo: “¿Por qué la gente que llama a Shiva o a Krishna o a su Ishta Devata (Dios personal) obtiene respuestas de ti? No lo entiendo”. Él replicó: “¿Quién es Shiva? ¿Y quién es Krishna? ¿Y qué es un Ishta Devata? Sólo hay un Divino, y no miles de Divinos”. Le dije: “¿Quiere eso decir que dondequiera que un corazón sincero esté aspirando por el Divino, su aspiración llega a tus oídos?”. Sri Aurobindo: “¿Por qué mis oídos? Los oídos no son necesarios para ese propósito. Podrías decir igualmente que me llega por correo”.

Entonces protesté: “No, señor, estoy satisfecho contigo como Sri Aurobindo, puro y simple. No necesito a nadie más”. Él me escribió de nuevo: “Ninguna objeción. Sólo te sugiero que no sé quién es este Sri Aurobindo puro y simple. Si tú sí, te felicito”. Desde entonces, mi relación con él se volvió muy íntima. Gradualmente llegué a conocer muchos aspectos de su personalidad, pero nunca quién era él realmente. Mi correspondencia con él ha mostrado que me atrevía a tomar libertades que serían consideradas impensables por otros sadhakas. En una ocasión le escribí: “Córtame en pedazos o pégame, Señor, pero no me olvides”. Y la respuesta que me escribió me sorprendió y me llenó de deleite y seguridad, más allá de toda medida: “Nunca. Pero te pegaré, un montón”. Esta seguridad me ha sostenido y me sostendrá incluso en mi vida futura, podría decir. 

En otro momento me atreví a decirle: “¿Dónde obtienes tanto sentido del humor”. Su respuesta críptica: “Verdaderamente Él es deleite”. Entonces otro día, cuando le pregunté “¿Por qué eres tan suave y espontáneo, como si yo fuera tu camarada?”, me dio una respuesta enigmática: “Descúbrelo por ti mismo”. Cuando fracasé en descubrirlo, escribió: “No los puedes descubrir con la mente”. Hasta ahora he fallado en descubrir por qué. 

Pero mi conocimiento de él ha crecido tanto como mi pequeña comprensión humana lo permite. Y he llegado a la conclusión de que lo que él ha escrito sobre Sri Krishna se aplica, de hecho, también a él. Él estima que Krishna tuvo una insondable mente de conocimiento

Sin embargo, Sri Aurobindo permanece como una enigma para el mundo.La Madre misma ha admitido que ella fracasó en conocerlo, aunque vivió con él durante más de 30 años. 

Nirodbaran  
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