martes, 18 de diciembre de 2012

Nacer a la omnipresencia



Siendo uno con la consciencia omnipresente de Dios, Cristo sopla en el viento, ríe en los arroyuelos, titila en las estrellas, se ruboriza en los atardeceres y dulcemente sonríe en las flores con su fragante presencia. Quienes mantienen cerrados sus ojos de sabiduría perciben las tenebrosas calamidades del sufrimiento, la muerte, la enfermedad, el pesar y el fugaz placer. Con los ojos abiertos, Cristo contempla solamente la luz, la dicha y belleza; y él ora para que éstas se manifiesten en las almas terrenas, cuando, por medio de la devoción, también abran sus ojos de sabiduría y de nuevo despierte en ellas su gozosa inmortalidad.

P. Yogananda

 

Palpito en cada seno, veo en cada ojo, golpeo en cada pulso, sonrío en cada flor, brillo en el relámpago y rujo en el trueno. Me agito en las hojas, silbo en los vientos, y retumbo en los mares encrespados. Soy la Sabiduría del sabio, la Fuerza del fuerte, y el Heroísmo de lo heroico. Soy la misma vida del Infinito, dentro y fuera a la vez. Soy el Uno en todo y el Todo en uno. Soy la Personalidad Impersonal del universo entero. ¿Qué me puede preocupar? No me preocupo por las leyes de la naturaleza. La muerte es un chiste para mí, y yo soy la muerte de la muerte.

Babaji


Una vez desaparece la consciencia del ego, el mundo se convierte en una fuente constante de gozo.
  
Sivananda




lunes, 10 de diciembre de 2012

La alegría de progresar


La Madre, (que por cierto, no era la madre de sri Aurobindo, sino su discípula, conocida por este nombre por los discípulos de ambos) siempre rompiendo esquemas y limitaciones. Un texto sobre la eterna juventud:


"Uno está siempre con demasiada prisa, uno quiere que eso se acabe demasiado rápidamente. Cuando uno ha hecho un esfuerzo, “¡Oh! bien, he hecho un esfuerzo, ahora debería obtener la recompensa por mi esfuerzo”. De hecho, esto es porque no está la alegría de progresar. La alegría de progresar imagina que aunque hayas realizado la meta que has puesto ante ti – toma la meta que tenemos a la vista: si realizamos la vida supramental, la consciencia supramental – bien, esta alegría de progresar dice, “¡Oh! pero esto será sólo  una fase en la eternidad del tiempo. Tras esta habrá algo más,  y luego tras esa otra y todavía otra, y siempre uno tendrá que ir más lejos”. Y eso es lo que te llena de alegría. Mientras que la idea “¡Ah! ahora me puedo sentar, se  ha acabado, he realizado mi meta, me voy a disfrutar lo que he hecho”, ¡Oh, cuán aburrida es! Inmediatamente uno se vuelve viejo y raquítico.

La definición de juventud: podemos decir que la juventud es crecimiento constante y progreso perpetuo – y el crecimiento de capacidades, posibilidades del campo de la acción y del rango de la consciencia, y el progreso en el desarrollo de los detalles.

Naturalmente, alguien me dijo: “¿De modo que uno ya no es joven cuando deja de crecer?”, y yo dije, “¡Por supuesto no imagino que uno crezca perpetuamente! Pero uno puede crecer de otra manera que la puramente física”.

Es decir, en la vida humana hay periodos sucesivos. Conforme avanzas, algo se acaba en una forma, y ello cambia su forma… Naturalmente, en el momento presente, llegamos a lo alto de la escalera y bajamos de nuevo; pero eso es realmente una vergüenza, no debería ser así, es un mal hábito. Pero cuando hemos dejado de crecer, cuando hemos alcanzado una altura que podríamos considerar que nos expresa de la mejor manera, podemos transformar esta fuerza de crecimiento en una fuerza que perfeccionará nuestro cuerpo, lo hará más y más fuerte, más y más sano, con un poder siempre más grande de resistencia, y practicaremos el entrenamiento mental con el fin de convertirnos en un modelo de belleza física. Y entonces, al mismo tiempo, comenzaremos lentamente a buscar la perfección del carácter, de la consciencia, el conocimiento, los poderes, y finalmente la realización divina en su plenitud de lo maravillosamente bueno y verdadero, y de Su perfecto amor.

Aquí lo tienes. Y esto debe ser continuo. Y cuando ha sido alcanzado un determinado nivel de consciencia, cuando esta consciencia ha sido realizada en el mundo material y has transformado el mundo material a la imagen de la consciencia, bien, escalarás otro peldaño más aún e irás hacia otra consciencia – y comenzarás de nuevo. Voilà.

Pero esto no es para gente perezosa. Es para gente que le guste progresar. No para aquellos que vienen y dicen, “¡Oh!, he trabajado duro en mi vida, ahora quiero descansar, ¿me darás por favor un sitio en el Ashram?”, les digo “No aquí. Éste no es un lugar para descansar porque hayas trabajado duro, éste es un lugar para trabajar más duro incluso que antes”. Así que, antes, solía enviarlos a Ramana Maharsi: “Ve allí, entrarás en meditación y conseguirás descansar”. Ahora eso no es posible, así que los envío a los Himalayas; les digo, “¡Ve y siéntate ante las nieves eternas! Eso te hará bien”.

Eso es todo, entonces."


La Madre, Questions and answers 1956, p.19-21.




miércoles, 21 de noviembre de 2012

Tantra, el tejido de la consciencia




El Tantra es la parte más reciente del Yoga, se empezó a desarrollar en India en el siglo V d.C. La cosa nació más o menos así: conforme avanzábamos en lo que se llama la Kali Yuga, la Edad Oscura actual, los Siddhas, los maestros realizados del Yoga, descubrieron que cada vez era más difícil para las personas la meditación, la concentración. Todo el mundo estaba agitado. Así que las técnicas (y las filosofías detrás de ellas) que hasta ahora funcionaban, ¡ya no servían! Había que buscar otras.

 El Yoga clásico, tal como lo refleja Patanjali en sus Yoga Sutras (siglo II a.C.), busca el principio puro de la consciencia, separado de la Naturaleza y sus manifestaciones. El yogui se concentraba en negar la realidad (“Neti, neti” – “no es eso, no es eso”) de los fenómenos impermanentes – el mundo, en definitiva. En esta obra no hay mención alguna a Kundalini o al manejo de la energía, ya que ella forma parte de lo impermanente. Tampoco se mencionan los chakras (centros sutiles de consciencia) ni cómo activarlos; lo que se enfatiza es la concentración mental, en busca de la experiencia final de la consciencia pura, desligada de lo fenoménico.

El Yoga clásico propone el ascetismo, lo que supone quitar los sentidos físicos de en medio, como fuentes principales de distracción para el yogui. Este camino resulta muy útil si uno se retira al desierto, a un monasterio o a una cueva de los Himalayas, eliminando en lo posible toda fuente de distracción sensorial. El enfoque opuesto al ascetismo sería el tantrismo: en vez de retirar los sentidos físicos, incluyámoslos en nuestra práctica espiritual – dijeron los Siddhas. En vez de ignorar la energía, ¡utilicémosla! Todo sirve en el Tantra, todo es utilizado e incluido en la práctica espiritual. De hecho, la palabra “Tantra” significa “telar” o “red”. ¡Todo está entretejido y enlazado! ¿Por qué separar entre “divino” o “no divino”, si la Divinidad está igualmente presente en todo?

Así que el tantra, como camino espiritual, es muy útil si uno no se retira del mundo – todos pueden hacerlo, incluso los hombres de hogar, con familia (y mujeres, por supuesto). El Tantra es un enfoque que valora el aspecto dinámico o femenino de la Divinidad: la energía divina que da forma a todas las cosas (Shakti), y no sólo Su aspecto estático o masculino, la consciencia (Shiva) – enfatizada en el Yoga clásico.


Concentrando las energías

El método tántrico persigue la misma meta que el Yoga clásico, llegar a la consciencia pura no dual, anclada en el gozo y en la paz del Ser, que no es arrastrada por los fenómenos impermanentes. Y nuestro mayor aliado para ello es… la misma energía Divina que crea estos fenómenos. Los Siddhas dicen: “lo mismo que nos hace tropezar nos ayuda a levantarnos”. Así que el planteamiento tántrico es muy energético. Aparece el Yoga Kundalini, trabajando con la energía primordial que se esconde en cada ser humano, capaz de conducirle a estados superiores de consciencia. Surge el libro Hatha Yoga Pradipika (siglo XV d.C.), que ofrece abiertamente técnicas de asanas, pranayamas, técnicas para activar los chakras y la energía Kundalini… el enfoque es, en vez de usar  la mente, trabajemos la energía vital responsable del funcionamiento del cuerpo y la mente, y de esta forma, indirectamente, podremos trabajar sobre la mente y sus estados de consciencia, algo que ya no se puede hacer desde la mera concentración mental.

Los yoguis descubrieron que tenemos siete centros sutiles de consciencia, a lo largo de nuestra columna vertebral, cada uno de ellos asociado a un estado de consciencia. Y descubrieron que si podemos concentrar nuestra energía vital en los centros superiores, en lo alto de la cabeza, podemos experimentar estados elevados de consciencia. Y los yoguis pensaron… ¿cuál es la energía vitalmente más poderosa que tiene el hombre?... ¿Adivinas cuál?

Sí, el sexo es tal energía. De modo que todo el Yoga tántrico, el Yoga Kundalini, trata de concentrar esta preciosa energía en los centros superiores de consciencia, para activarlos. Hablamos de “transmutación” energética. Hablamos de alquimia (la real, no la “alquimia vulgar de los tontos”, como dicen los propios alquimistas), de transmutar el plomo de las pasiones en el oro de la espiritualidad. El Taoísmo, en China, también trata de esto, al igual que muchas otras tradiciones espirituales verdaderas (¿qué significa si no “Quetzalcoatl”, la serpiente emplumada en México, sino la espiritualización de la energía vital?).

Así que la meta de las diferentes herramientas que ofrece el Tantra, las asanas, los pranayamas, los cierres musculares, los mantras, etc. es la transmutación de la energía vital en energía espiritual y la apertura de los centros de consciencia. Y con ello abrir las puertas del cielo, experimentar los estados elevados de consciencia, buscando la comunión irrevocable con el Absoluto y la consciencia pura o cósmica – en realidad volver a casa.


Mucho más que sexo

En Occidente, igual que se entiende por “Yoga” la práctica de posturas, ahora se entiende por “Tantra” la práctica sexual yóguica. Se ofrecen talleres de Tantra, en busca del super-orgasmo, sin limitaciones conceptuales ni emocionales. ¡Pero el Tantra lo incluye todo! El trabajo, la comida, las relaciones… es el tejido de la vida, con o sin sexo. De hecho, por ejemplo, en el Kriya Yoga de Babaji tenemos 144 técnicas o kriyas, y apenas dos o tres de ellas tienen que ver con el sexo. Todas tiene que ver, sin embargo, con el desarrollo de la consciencia.

El camino del Tantra busca el desarrollo de la consciencia, el Ser, en medio de todo el tejido de los fenómenos cotidianos: estando totalmente presente en ellos… pero sin ser arrastrado por ellos.

Los Siddhas consideran el acto sexual como un acto sagrado que, realizado desde la consciencia, permite traer un alma elevada a este mundo, o bien la transmutación en pareja de la energía vital en energía espiritual – el mejor regalo que un amante puede hacer a su pareja. Eso implica, por parte del hombre, mantener la actitud del testigo, sin pérdida de fluidos por su parte. ¡El yogui utiliza el sexo como herramienta de transformación, no es utilizado por él!

Esto es ciertamente un desafío, igual que todo en la vida es un desafío constante para la consciencia del testigo, que sólo mantiene su paz y su gozo mientras no es arrastrada por los torbellinos de la vida, al identificarse con ellos. Mi profesor llama a este juego “el juego de la consciencia” – el único juego en el que siempre ganas… mientras no te olvides de practicarlo.

El Siddha Tirumular define al Siddha, al yogui realizado, como aquél que puede retener a voluntad la respiración, el pensamiento y el semen (la retención de la respiración a voluntad implica poder entrar en el estado de samadhi o trance yóguico – señal del yogui con realización).

La imagen de Kali, danzando en frenesí sobre Shiva, su consorte impávido, ilustra este punto:


Esta imagen muestra la postura tántrica, no sólo en el sexo, sino también en la vida: el yogui realizado se convierte en el testigo de la danza de la Creación, de la Energía Divina, viendo la manifestación divina por igual en todo lo que le rodea - el tejido de la vida - sin ser arrastrado, sin embargo, por ese torbellino cambiante de los fenómenos. ¡Esto es el verdadero Tantra!  


martes, 9 de octubre de 2012

Reconstruir el cielo


Un cielo de creativas verdades en lo alto,
un cosmos de armoniosos sueños en medio,
un caos de formas que se disuelven por debajo,
se sumerge perdido en nuestra base inconsciente.


Este caído mundo se convirtió en semillero de almas
habitado por la escondida divinidad.

Este cieno debe albergar la orquídea y la rosa,
de su renuente ciega substancia debe emerger
una belleza que pertenece a esferas más felices.

Las partes perecederas de una divinidad inmortal
debe reconstruir a partir de fragmentos perdidos,
volver a redactar a partir de un documento completo en alguna otra parte
su cuestionable título a su Nombre divino.

Un residuo su única herencia,
todo lo contiene en su polvo sin forma.


sri Aurobindo, Savitri 



miércoles, 19 de septiembre de 2012

El poder de la actitud correcta


La Madre, a sus discípulos:

"Esta verdad es justo la clave para todo el problema de la transformación. Siempre estate en contacto con la presencia divina, intenta bajarla – y lo mejor siempre sucederá. Por supuesto el mundo no cambiará de una vez, pero irá hacia adelante tan rápido como sea posible. No olvidéis que esto es así sólo si os mantenéis en el camino estrecho del Yoga, y no si os desviáis y perdéis el sendero y vagáis caprichosa o inútilmente, como en un bosque virgen.

Si cada uno de vosotros hicierais todo lo posible, entonces se daría la colaboración correcta y el resultado sería mucho más rápido. He tenido innumerables ejemplos del poder de la actitud correcta. He visto multitudes salvadas de catástrofes por una única persona que mantenía la actitud correcta. Pero no debe ser una actitud que no permanezca en algún lugar muy alto y deje al cuerpo con sus reacciones usuales. Si permaneces así en lo alto, diciendo “Hágase Tu voluntad”, puedes igualmente ser asesinado. Porque tu cuerpo puede ser bastante poco divino, temblando con miedo: la cosa es mantener la consciencia verdadera en el cuerpo mismo y no tener el mínimo miedo, y estar lleno de paz divina. Entonces, verdaderamente no hay peligro. No sólo se pueden desviar los ataques de los hombres, también las bestias e incluso los elementos pueden ser afectados. Os puedo dar un pequeño ejemplo. Recordáis la noche del gran ciclón, cuando hubo un ruido tremendo y salpicadura de lluvia por todo el lugar. Pensé en ir a la habitación de Sri Aurobindo y ayudarle a cerrar las ventanas. Fue abrir su puerta y lo encontré sentado silenciosamente en su escritorio, escribiendo. Había tal paz sólida en la habitación que nadie podría haber soñado que un ciclón estaba rugiendo afuera. Todas las ventanas estaban completamente abiertas, ni una gota de lluvia estaba entrando."